Los agustinos son una orden religiosa católica de hermanos, algunos de los cuales son ordenados.  Hay aproximadamente 2.700 agustinos en 50 países. La Orden Agustina tomó forma cuando, en el siglo XII, surgió una renovación en el discipulado cristiano radical entre diferentes grupos de ermitaños que se sintieron atraídos por vivir una vida cristiana profundamente ascética en la campiña italiana de la Toscana. En 1244, la Iglesia reunió a estos grupos de hombres para formar una orden religiosa que viviría bajo la centenaria Regla de San Agustín y serviría a la Iglesia en varios ministerios. Como los franciscanos, carmelitas, dominicos y siervos de María, los agustinos sobrevivirían de la generosidad de los demás como orden mendicante. Desde el principio, los hermanos agustinos fueron llamados a manifestar sus raíces monásticas en el servicio activo de la Iglesia. A lo largo de los siglos, los agustinos han respondido fielmente a las necesidades de la Iglesia, principalmente en las escuelas y parroquias, entregándose “a la enseñanza de los apóstoles y a la vida comunitaria, al partimiento del pan y a la oración” ( Hch 2, 42). Nuestro ministerio y búsqueda interior de Dios están enraizados en nuestra convivencia como hermanos, con Dios como posesión común (San Agustín, Sermón 355, 2). Nuestro Santo Padre, San Agustín, nos dejó su ideal de vida comunitaria cristiana, que aspiramos a vivir "armoniosamente ... atentos a Dios en un solo corazón y mente" (Regla de San Agustín, 1).